En nuestra agitada vida moderna, a menudo nos encontramos atrapados en un remolino de preocupaciones por el pasado o ansiedades sobre el futuro. El presente es un regalo. Es el único momento que tenemos, el único momento en el que podemos vivir. Ese instante, que algunos consideran simplemente ordinario, es, en realidad, un regalo extraordinario que merece nuestra atención y gratitud. Sin embargo, a menudo nos olvidamos de disfrutarlo, y nos dejamos arrastrar por los pensamientos y preocupaciones sobre el pasado o el futuro.
Vivimos en un mundo acelerado, donde el pasado y el futuro compiten por nuestra atención, dejando poco espacio para el momento presente. Sin embargo, la importancia de vivir en el ahora no es solo un consejo espiritual; la ciencia respalda la idea de que nuestras acciones y pensamientos actuales tienen un impacto directo en nuestro bienestar futuro. Cada momento es irrepetible, y nunca volverá.
Un estudio científico realizado por la Universidad de California, Berkeley, encontró que las personas que practican la atención plena, una forma de meditación que ayuda a centrar la atención en el presente, tienen una mayor sensación de bienestar y felicidad. El estudio también encontró que las personas que practican la atención plena son menos propensas a sufrir de estrés, ansiedad y depresión.
Hace unos años, un amigo me contó cómo cambió su vida al adoptar la filosofía del “aquí y ahora”. Antes, siempre estaba preocupado por el futuro, obsesionado con la idea de alcanzar el éxito. Sin embargo, su enfoque cambió después de leer sobre los beneficios de la atención plena. Comenzó a prestar atención a las pequeñas alegrías diarias: una taza de café caliente, una charla con un amigo, la brisa en su rostro al caminar. Esta nueva mentalidad no solo mejoró su bienestar general, sino que también lo llevó a tomar decisiones más conscientes para su futuro. Cuando lo vivimos plenamente, lo estamos valorando y apreciando.
Asimismo, una forma de vivir plenamente el presente es ser agradecidos con lo que tenemos. Cuando nos centramos en las cosas buenas de nuestra vida, nos sentimos más felices y satisfechos.
La psicología positiva ha examinado cómo la gratitud, una emoción relacionada con vivir en el momento presente, afecta nuestro bienestar futuro. Investigadores de la Universidad de California descubrieron que las personas que practican la gratitud muestran una mayor actividad en la corteza prefrontal, la región del cerebro asociada con el procesamiento emocional y regularmente tienen niveles más altos de bienestar psicológico y físico a lo largo del tiempo. Además, se ha observado que la gratitud está inversamente relacionada con la depresión y la ansiedad, resaltando así los beneficios de vivir en el momento presente y apreciar lo que tenemos.
Cada instante presente es un regalo que muchos anhelan, y al reconocerlo, cultivamos una perspectiva más positiva y satisfactoria de la vida. Al prestar atención a nuestras acciones y pensamientos actuales, no solo mejoramos nuestro bienestar presente, sino que también moldeamos un futuro más saludable y significativo. ¿Por qué esperar a que el mañana sea mejor cuando podemos hacer que el hoy sea excepcional? Practiquemos la gratitud, celebremos el presente y recordemos que, en realidad, poseemos mucho más de lo que a menudo percibimos.
Excelente semana. Hasta la próxima…
*- El autor es catedrático en la Escuela de Derecho y Gobierno de Pacifico Universidad.