En las elecciones de 2024, tanto Donald Trump como Kamala Harris enfrentan el reto de abordar la economía, pero desde un ángulo crucial: la asequibilidad, es decir, cuánto cuesta vivir el día a día. No se trata simplemente de tasas de crecimiento económico o indicadores como el PIB, sino de los costos inmediatos que las familias enfrentan. Esto incluye: los precios de la vivienda, la atención médica, los alimentos y el combustible.
Trump tiene una oportunidad clara para destacarse, ya que su presidencia anterior está asociada con estabilidad económica y un crecimiento sostenido. Sin embargo, parece que Trump no ha centrado su estrategia en resaltar cómo podría hacer que la vida cotidiana sea más asequible, lo que podría ser considerado como un error estratégico. Si Trump se enfocara más en abordar temas como la reducción de los precios de la vivienda o de la atención médica, podría colocarse en una posición ventajosa frente a Harris.
A pesar de tener un historial que podría alinearse con las preocupaciones de los votantes sobre la asequibilidad, Trump sigue hablando en términos más generales de la “economía” sin entrar en los detalles que afectan a la vida diaria de las personas, lo que lo deja vulnerable en su campaña.
Por otro lado, Kamala Harris tiene una debilidad notable en el área económica, enfrenta el desafío de convencer a los votantes de que su enfoque económico puede aliviar la presión de los altos costos de vida. Hasta ahora, Harris no ha sido lo suficientemente clara o proactiva en explicar cómo sus políticas económicas harán que los precios de los productos básicos bajen o cómo mejorará la asequibilidad. Esto es particularmente importante dado que los votantes que están más preocupados por su economía personal podrían sentirse desconectados de la propuesta de Harris si no perciben un plan sólido y detallado. Esto la coloca en una posición vulnerable, especialmente en un entorno donde la inflación y los altos precios siguen preocupando a la clase trabajadora y media.
- Los votantes están más sensibles a los precios que nunca, y cualquier candidato que ofrezca soluciones creíbles para contenerlos o reducirlos tendrá una ventaja considerable.
- La recuperación post-pandemia ha sido desigual, con muchas personas todavía lidiando con los efectos económicos, como la pérdida de empleo o la reducción de ingresos. Esto ha aumentado la importancia de la asequibilidad en el debate electoral.
Ambos candidatos necesitan centrarse más en este tema porque es fundamental para los votantes. Sin un plan claro sobre cómo reducir el costo de vida, corren el riesgo de perder apoyo en las urnas, ya que la economía afecta directamente el bienestar de todos.
La narrativa que los candidatos construyan alrededor de la asequibilidad será crucial para definir la elección. Si bien los candidatos pueden hablar de “crecimiento económico”, lo que realmente resuena con los votantes es cómo ese crecimiento mejora directamente su calidad de vida.
- Si Trump articula mejor cómo hará que los precios bajen y que la vida sea más asequible, podría ganar un apoyo considerable.
- Por otro lado, Harris tiene la oportunidad de posicionarse si ofrece propuestas económicas detalladas que den respuestas claras a las preocupaciones de la clase media y trabajadora.
¡Nos leemos en la próxima!